Factor de caída y fuerza de choque en trabajos en altura

Factor de caída

Las caídas a distinto nivel se mantienen como uno de los riesgos que generan mayor gravedad en los daños que pueden sufrir los trabajadores. Diversas son las situaciones de trabajo que pueden generar este riesgo: estructuras, cubiertas o fachadas, entre otros.

De inicio conviene plantearse varias cuestiones fundamentales a la hora de poder valorar cuán grave puede resultar una caída en altura: ¿si el trabajador utiliza un sistema anticaídas, éste garantiza la sujeción de aquel en condiciones óptimas? ¿De qué dependen los daños que puede sufrir? ¿Todos los sistemas anticaídas valen para cualquier trabajo en altura?

¿Qué es el factor de caída?

La respuesta a más de una de estas cuestiones nos la proporciona el denominado factor de caída. Un concepto poco conocido para muchos, pero de vital relevancia como trataremos de mostrar a continuación.

Es un valor numérico, y se obtiene de la relación matemática de división que existe entre la distancia que recorre el trabajador en una hipotética caída y la longitud de la cuerda o elemento de amarre al que éste está sujeto.

factor caída
Fuente: MITES. EPI en ALTURA

Puesto que ambas magnitudes, la distancia recorrida por el trabajador y la longitud del elemento de amarre, se miden en metros, la división entre ambos es un número adimensional que, aunque puede adoptar muchos valores, suele variar entre cero y dos.

Ya que sé qué es el factor de caída y ¿ahora qué?

A falta de justificarlo más adelante, consideramos de inicio que el factor de caída debe ser lo más próximo posible a cero. Cabría preguntarse entonces por qué produciéndose la caída y quedando suspendido el trabajador, sin llegar a caer, deberíamos reducir al máximo el valor del factor de caída. Veamos…

Al final de la caída se produce el llamado “factor de choque”, es decir, la fuerza con que el sistema “frena” al trabajador. Este factor de choque será mayor cuanto más elevado sea el factor de caída.

Dos caídas idénticas en cuanto a distancia recorrida por el trabajador y con la misma masa de este, pero con distinto factor de caída, producen distintas fuerzas de choque. Por lo tanto, a menor valor del factor de caída, menor será la fuerza de choque sufrida por el trabajador y, por tanto, menor posibilidad de que éste sufra daños corporales.

Podemos justificar así que este factor es el parámetro que define la posible gravedad de los daños que puede sufrir un trabajador en caso de caídas de altura. Cuanto menor sea su valor, más segura es la situación de trabajo. Analicemos tres supuestos:

a) Factor cero de caída

Si el trabajador tiene la cuerda anclada por encima de él (y la cuerda no “cuelga”, haciendo bolsa, desde el punto de conexión al arnés) de manera que no le permite la caída, la altura de la caída será cero y por supuesto el factor de caída será cero.

Puede haber un factor de caída residual, que no generará daños en el cuerpo del trabajador. Sin duda es la situación más favorable, pero siempre vigilando la longitud de la cuerda o elemento de amarre.

b) Factor uno de caída

Es una situación en la que el trabajador dispone de una cuerda que se coloca en el arnés y la asegura a la misma altura que la tiene en el arnés, de forma que la cuerda forma una pequeña bolsa, lo que genera que la distancia de la caída sea igual a la longitud de la citada cuerda.

Suponiendo que la cuerda es de 1 m., la altura de la caída será de 1 m., por lo tanto el factor de caída será uno, con una fuerza de choque mayor que en el caso anterior.

c) Factor dos de caída

Significa que la altura de caída es el doble de la longitud de la cuerda. Un ejemplo sería utilizar un elemento de amarre de 1 m. de longitud, uniéndolo a un anclaje que está situado 1 m. por debajo, aproximadamente a la altura de los pies.

En este supuesto la caída sería de 2 m. y puesto que el elemento de amarre es de 1 m., el factor de caída es dos. Una caída de 2 m. con este factor genera una fuerza de choque mayor que una caída de 2 m. con un factor de caída menor.

Se justifica así que es la situación más peligrosa, en la que el trabajador tiene más posibilidades de sufrir daños corporales.

¿Cómo reducir al máximo este riesgo?

Considerando que la longitud de la cuerda o elemento de amarre sea la adecuada a la posición requerida para la realización de una tarea, cuanto menor sea la altura recorrida por el trabajador entre la posición de trabajo y la posición una vez materializada la caída, en caso de producirse ésta, menor será el factor de caída.

Ahora toca planificar eficazmente el trabajo. Una vez conocidas las necesidades preventivas, y habiendo constatado que para éste no pueden utilizarse sistemas de protección colectiva o que los sistemas anticaídas han de utilizarse de forma complementaria a aquellos, conviene asesorarse de empresas especializadas en sistemas anticaídas.

Workprotec dispone de un amplio catálogo de productos, con un servicio integral de llave en mano, realizando implantaciones de todo tipo de sistemas de seguridad en altura y anticaídas.

Fuentes

Fernando Espinosa Gutiérrez
Fernando Espinosa Gutiérrez
Arquitecto técnico y Técnico PRL

Formador en Seguridad y Salud en la Fundación Laboral de la Construcción y Colegios Profesionales de Arquitectos y Arquitectos Técnicos.
Elaboración de estudios y estudios básicos de seguridad, asesoramiento a empresas para la redacción de planes de seguridad y salud y documentos de gestión preventiva.
Coordinador de seguridad y salud en fase de ejecución.

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