La instalación de anclajes estructurales

instalación de anclajes estructurales

Según la Fundación Laboral de la Construcción, un dispositivo de anclaje es el conjunto de componentes que permite la fijación y sustentación que precisa un equipo de trabajo, medio de protección colectiva o cualquier sistema constructivo; que puede formar parte de la propia estructura o ser desmontable.

Anclajes pueden ser las sujeciones de redes tipo V a los forjados sobre los que se instalan, postes para fijación de líneas provisionales de anclaje, fijación de andamios a los edificios en construcción, etc.

Por su parte, el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo define:

  • Dispositivo de anclaje, como el conjunto de elementos o componentes que incorporan uno o varios puntos de anclaje. Éstos últimos, los puntos de anclaje, se clasifican en A1, A2, B, C, D y E.
  • Punto de anclaje: elemento al que puede estar sujeto un equipo de protección individual contra caídas.
  • Anclajes estructurales: elemento o conjunto de elementos fijados a una estructura de forma permanente, al que es posible sujetar un dispositivo de anclaje o un equipo de protección individual contra caídas, tales como anclajes mecánicos o químicos, tornillería, remaches, etc.

 

Entre las distintas tipologías destacan los anclajes mecánicos y los anclajes de naturaleza química.

En el primer caso, los anclajes metálicos mecánicos, normalmente de expansión, requieren para su instalación que el soporte presente una resistencia elevada. Por ejemplo, cualquier elemento de una estructura de hormigón armado: muros, pilares, losas de escalera o partes macizas de los forjados.

anclaje mecánico por expansión

Imagen: ejemplo de anclaje mecánico por expansión.
Fuente: DESA

En el caso de los anclajes metálicos químicos no se requiere que la base de soporte tenga una resistencia elevada. Es común utilizar esta tipología en bases de ladrillo o con huecos en su interior.

anclaje químico

Imagen: ejemplo de anclaje químico.
Fuente: DESA

Uso de anclajes estructurales en protecciones colectivas y EPI’s

Los anclajes estructurales, independientemente de su tipología, resultan necesarios tanto para la instalación de sistemas de protección colectiva, como para la utilización de equipos de protección individual. Veamos algunos ejemplos:

 

anclaje de red horizontal

Imagen: anclaje de red horizontal bajo forjado a puntal de encofrado. Fuente: Fernando Espinosa Gutiérrez

 

anclaje extremo para línea de anclaje flexible

Imagen: anclaje extremo para línea de anclaje flexible, según norma UNE-EN 795:2012, Tipo C. Fuente: Fernando Espinosa Gutiérrez

 

  anclajes estructurales mecánicos y expansivos

Imagen: anclaje según norma UNE-EN 795:2012, Tipo A1, instalado con anclajes estructurales mecánicos y expansivos. Fuente: Fernando Espinosa Gutiérrez

Aspectos a considerar en los anclajes mecánicos

Características mecánicas y resistencia del anclaje

Cuando hablamos de resistencia nos estamos refiriendo tanto a la resistencia a tracción como a la resistencia a cortante. Y en este punto cabe prestar especial atención, porque de la configuración del terminal del anclaje depende la resistencia del mismo.

anclajes de terminal hexagonal
anclajes de cáncamo abierto

En la imagen anterior, se observan anclajes de terminal hexagonal y de cáncamo abierto, respectivamente. Pues bien, en función del fabricante de que se trate, la resistencia a tracción del segundo se puede ver disminuida con respecto a la del primero en casi un 50%.

Características del soporte en el que se instalará el anclaje

Ladrillo, hormigón armado, paneles sándwich, bloque de hormigón, etc. Cada uno de ellos tiene una resistencia determinada y el anclaje habrá de adecuarse a la estructura interior del material.

No es lo mismo anclar sobre hormigón armado, con porosidad mínima, que, sobre materiales cerámicos que tienen huecos interiores que deberán ser tenidos en cuenta al elegir el anclaje.

Distancias a bordes o entre los propios anclajes

Profundidad, distancia al borde exterior del soporte del anclaje, separación entre los anclajes, etc. Habrá que estar atentos a las indicaciones del fabricante al respecto.

Método de instalación del anclaje

Entre las recomendaciones más repetidas por los fabricantes a la hora de colocar un anclaje, se encuentran las siguientes:

  • Realizar el taladro en dirección lo más perpendicular posible a la base soporte.
  • Limpiar, con soplado y cepillado repetidos, el interior del taladro realizado.
  • Garantizar el adecuado apriete del anclaje una vez introducido en el taladro.
  • Verificar la ausencia de huecos entre el anclaje y el soporte, de forma que no se pueda mover.

En este sentido, el documento de referencia para que el anclaje se adecúe a las condiciones requeridas es el manual de instrucciones del fabricante.

punto de anclaje instalado sobre anclaje estructural

Imagen: punto de anclaje, instalado sobre anclaje estructural, fijado a muro de mampostería. Fuente: Fernando Espinosa Gutiérrez

Principales diferencias entre los anclajes mecánicos y los químicos

Veamos ahora una imagen, presentada por la empresa Quilosa, en la que se muestran las principales diferencias entre los anclajes mecánicos y los anclajes químicos:

 

anclaje mecánico y anclaje químico

Fuente: Quilosa

 

La gran diferencia entre ambos anclajes es la utilización, en los de tipología química, de resinas de adherencia. En cuanto a éstas, existen varias tipologías:

  • Resinas de poliéster, que tienen mejor relación calidad precio, pero que se desaconsejan en uniones que estén húmedas a menudo. Están indicadas para la instalación de carpinterías.
  • Resinas de vinylester, tienen una mayor resistencia mecánica y son adecuadas para fijaciones de elevada resistencia, de tipo estructural.
  • Resinas epoxi, las de mayor resistencia y fiabilidad. Presentan un endurecimiento más prolongado y lento.

 

Como en el caso de los anclajes mecánicos, también es importante que para los anclajes químicos y antes de aplicar la resina, se limpie lo mejor posible el taladro realizado, para lo que se recomienda:

  • Soplar dos veces aire comprimido.
  • Cepillas dos veces.
  • Repetir de nuevo dos veces el soplado de aire.

 

Como se puede comprobar a la vista de las tipologías de anclaje, qué queremos fijar en ellos y la base soporte sobre la que se deben instalar, de nuevo se requiere de una planificación previa, adoptando la solución técnica más adecuada a la situación a resolver.

Fuentes

Fernando Espinosa Gutiérrez
Fernando Espinosa Gutiérrez
Arquitecto técnico y Técnico PRL

Formador en Seguridad y Salud en la Fundación Laboral de la Construcción y Colegios Profesionales de Arquitectos y Arquitectos Técnicos.
Elaboración de estudios y estudios básicos de seguridad, asesoramiento a empresas para la redacción de planes de seguridad y salud y documentos de gestión preventiva.
Coordinador de seguridad y salud en fase de ejecución.

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